martes, 11 de diciembre de 2012


La acción docente y su efectividad.
Damary Salinas
Educación Diferencial 2010.

Comentario:

Luego de la lectura puedo sintetizar lo siguiente, el proceso de enseñanza en sí es complicado debido a que como todos sabemos los seres humanos aprenden de diversas formas y a ritmos distintos. Por lo tanto, el rol que realiza el profesor es muy importante, debido a que en primera instancia debe conocer a sus alumnos y las características de entrada que estos presentan para poder adecuar de esta forma el proceso educativo que utilizará. Y para lograr la efectividad en la mayoría de los establecimientos educacionales es necesaria una buena gestión, la cual debe tener objetivos claros y ser conocidos por la totalidad de docentes que acá trabajan, de esta forma se asegura que éstos entreguen lo mejor de sí en cada una de las sesiones de enseñanza que realicen, donde puedan desarrollar una serie de habilidades de diversos tipos de grados de dificultad. De todos los comportamientos que el profesor desarrolla debe ser capaz de conducir el proceso de aprendizaje de sus alumnos como al grupo curso, hay algunos que son más eficientes que otros, o que producen un mejor efecto en términos de logros de aprendizaje y satisfacción de los alumnos. Y estás características de profesor efectivo pueden ser de tipo personal o profesional.

Preguntas:

1.- ¿Qué tan importante es la vocación para lograr la efectividad?

2.- ¿Cuándo un profesor es considerado como efectivo, y la escuela comienza a denominarse escuela efectiva?, ¿Influye esto en la comunidad y en el aumento de las matriculas escolares?

3.- ¿Qué obstáculos puede presentar un profesor para que su enseñanza alcance la efectividad?

Respuesta:

1.- ¿Qué tan importante es la vocación para lograr la efectividad?

Según mi opinión la vocación es la base y es la receta para ser un buen profesor, y ese buen profesor debe cumplir con ciertas características, que no son necesarias nombrarlas pero por sobre todas las cosas debe amar lo que hace, dedicarse con esmero y realizar las cosas sin regañadientes, sino con entusiasmo y alegría esperando que cada esfuerzo tiene su fruto y ese puede ser el propio gozo, la buena consciencia y el agradecimientos de niños que quizás cuando sean adultos se acuerden que una vez alguien les dijo o les hizo sentir una persona capaz de lograr metas.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario