lunes, 10 de diciembre de 2012


"El educador que quiero ser"
Yarella Olivares
Educación Diferencial 2010

En primer lugar como educadora diferencial tengo pensado trabajar en lugares de vulnerabilidad, donde halla carencia de aspectos emocionales en los niños, así poder interferir en la forma de ver la vida, las expectativas que tienen, la forma de actuar ante situaciones y las personas que tienen a su alrededor. Quiero ser un docente totalmente capacitado para lo que voy a ejercer, tener y ser una experta en mi trabajo y tarea, mantener ese manejo de contenidos e ir actualizándome en cada cosa y estrategias nuevas, ser innovadora en lo respecta a la forma de intervenir en los niños con dificultades para lograr llegar a mis alumnos de  forma llamativa y eficaz. Además, me gustaría ser capas de conllevar una disciplina que pueda lograr un ambiente y clima propicio al aprendizaje, que no se provoque un rechazo o una visión de lejanía con los alumnos sin perder el respeto y la buena relación. Me gustaría ser capaz de motivar a tal grado que los alumnos sean envueltos en mis ganas de que ellos superen sus dificultades y sean capaces de realizar grandes cosas, ayudar en lo emocional, tratar de interferir en las condiciones que dificultan que un niño este feliz y no pueda lograr sus metas.
Quisiera que mi compromiso por ser un aporte sea de gran apoyo y sirva para la superación. También me gustaría poder implantar y participar en ideas para que en cada una de las aulas en el lugar que trabaje se implanten diferentes estrategias que beneficien al logro de objetivos en el proceso de enseñanza aprendizaje, me encantaría que se logre llegar a un equipo interdisciplinario donde cada disciplina de los diferentes profesionales que integran una escuela puedan apoyar y aportar en el fin y bienestar del progreso de la educación en nuestro país. No quiero llegar a un colegio a evaluar niños y no hacerme responsable de mis diagnósticos, sino muy por el contrario, ya que evalúo y diagnostico a un alumno, hacerme cargo de ese diagnóstico y poder cambiar o ayudar a ese niño para que aquella dificultad que esté presentando no se traduzca en un impedimento de nuevos aprendizajes. En resumen quiero ser un aporte en un colegio, no ser un profesional más que está allí para poder ganar un sueldo que financie mi estilo de vida, aunque no reniego de lo que pretendo y anhelo como pasar económico, no es lo que me lleva a ser una educadora diferencial, sino que el aportar algo en niños y familias que no ven salida  a sus dificultades.   

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